Muchas veces nos es complicado sobrellevar los cambios que tienen nuestros hijos y parientes. Nos es difícil entender este proceso y nos vemos envueltos en situaciones sin aparente solución. Hoy te comento algunas acciones que funcionan, sin duda, con adolescentes. No son fáciles, requieren involucramiento de las dos partes y, sobre todo, paciencia y compromiso:
– Hablar, hablar, hablar.
– Aunque a veces creamos que no se lo merezcan y estemos dolidos o decepcionados por su comportamiento, no rompamos la comunicación con los hijos e hijas adolescentes.
– Las y los adolescentes tienen ‘derecho’ a equivocarse (o, por lo menos, es inevitable que se equivoquen).
– La educación se realiza hablando y si perdemos la comunicación, perdemos la capacidad de educar.
Algunas recomendaciones para incentivar el diálogo son: busca el momento oportuno para hablar; espera que todos estén en condiciones para hacerlo; utiliza formas y tonos adecuados; concreta al máximo los acuerdos; si no se cumplen estos últimos, solicita explicaciones de manera acertada.
Espero que este artículo sea de gran utilidad para tu dinámica familiar. Escríbeme si presentas alguna duda. ¡Muchas gracias!